EL CALLEJON DE FRANCISCO

 

 

     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

         Desde la Placeta del Pozo Rubio, según las agujas del reloj, hacia las dos, lo hacia el Callejón de “Francisco el Panadero”, cuyo nombre oficial era el de Calle del Villarejo, y que era el camino para ir a la escuela.- La calle desde su inicio, a los veinte metros se bifurcaba, siguiendo por la derecha, y dejando a su izquierda otra, que para distinguirla llamaremos Callejón del Corral de la Rogelia.-

 

       Se iniciaba en la Placeta del Pozo-Rubio, justo en el chaflán que formaba la casa de la “Josefa de la Cresenta”, la madre de “Pichi”.- Era una casa grande.- A la Plaza daba una puerta y una ventana, y al Callejón, otra puerta que daba acceso a la carnicería que en su día llegaron a regentar y otra puerta con ventanillo que daba acceso a la casa. La Josefa era una mujer muy alta, corpulenta, fuerte; se quedó viuda joven y con trabajo sacó para adelante la casa y crió dos hijos: la Magina, bastante apañada, que se casó con Manolo el tratante, y el Pichi, que fue sin duda el galán o Don Juan de la Nava, en aquella época.

 

      Luego venía la casa de Marcelino el Cabezón. Esta casa no daba a la Plaza, si no al callejón de Francisco. Su dueño como su nombre indica tenía una “almendra” privilegiada; no era muy alto, vivía prácticamente de las rentas porque tenía algunas tierras, sobre todo viñas; el suministraba vino a media Nava, y además jugaba muy bien al tute (dicen que llevaba las 40 cartas de la baraja en la cabeza) .

 

       Luego, haciendo ángulo estaba el corral de Juan Manuel, que servía para encerrar las vacas, y a continuación al volver la esquina, el corral de la Cándida. Después, continuando por la derecha el corral y la casa la casa de Manuel el de Félix, que estaba casado con la Visita, y tenían varios hijos, Herminia, Manuel y la Juani.

 

      Después venía la casa de la Vicilia, que estaba casada con Félix, con dos hijos, recuerdo, Fina y Félix.- Continuando por esa acera estaba la casa de la Amada de Sabas, y después una casa de La Josefa de la Luciana, y su marido el Pitero, con dos hijas la Manola y la Cristina.- Ya para terminar, pegando a la Carretera estaba el Corral, almacén y enfrente la  casa principal de el “Berrolo”.

 

     Una vez en la acera de enfrente y en dirección a la placeta del Pozo Rubio, venía el corral de la Ramona, el de la Luciana, y el del Cipriano “El Mono”, haciendo esquina con una callejón a donde daban varios corrales, entre ellos uno propiedad de mis padres.

 

       Haciendo chaflán estaba la casa de “Cano” el de la Tienda y de su mujer, la Lola. Después la casa de Antón “Ribera”, muy alto, que fumaba en pipa, y estaba casado con la Luz, y tuvieron varios hijos, de los cuales recuerdo a Antonio, Andrés, Alicia y María-Dolores.

 

      A continuación estaba la casa de la Abundia, viuda de un Guardia-Civil que no recuerdo el nombre, y tuvieron dos hijas, la Lola y la Amada. Y ya luego para terminar, estaba la casa, el horno haciendo chaflán, y el corral donde almacenaba la leña, de Francisco el Panadero, casado con la Ascensión, matrimonio que tuvieron varios hijos, la Paqueta, la Josefina, Justo el Cartero, y la Maricruz.

         

      Enfrente, estaba la casa de la “Luciana”. Era una casa grande, que formaba chaflán entre el Callejón de Francisco, y el Callejón de Paco el de la Lola, al que hemos descrito como del Corral de La Rogelia.  Luciana era una mujer de mediana estatura, delgada, con cara de persona feliz. Estaba casada con Primitivo, también buen hombre, no muy alto, con gorra, blusa y pantalones de pana; tenía tierras que el mismo cultivaba y vivían bien; solo tuvieron dos vástagos: “Parejo”, que se casó con la Lola de Pernales, y la Josefa, apodada “Chiquiteta” que ya hemos mencionado por ser la cónyuge del “Pitero”.

 

       Bueno, eso es todo de momento.Un abrazo

 Oliver....................

 

       Y como siempre acompaño una galeria de fotos antiguas y actuales.